Sánchez trata como «materia clasificada con máxima protección» la contaminación de sus viajes en Falcon
Moncloa considera que el impacto de contaminación que genera el uso indiscriminado del Falcon por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es una «materia clasificada» que debe tratarse «con el máximo grado de protección».
Así se resuelve en una respuesta por escrito en el Congreso de los Diputados, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, en la que el Gobierno de Pedro Sánchez se niega a revelar a Vox «la contaminación provocada por la flota oficial» del jefe del Ejecutivo en algunos de sus viajes recientes. En concreto, el partido de Santiago Abascal hace referencia a sus desplazamientos a La Palma y Bilbao, donde el líder socialista acudió a actos de su partido haciendo uso de los medios oficiales del Gobierno, como informó OKDIARIO.
En noviembre, por ejemplo, Sánchez se desplazó a Bilbao a bordo de un Falcon, a cargo del Estado, para asistir al congreso de los socialistas vascos. Para intentar disimular el uso del avión oficial, incluyó en su agenda, de manera imprevista, una visita a un laboratorio farmacéutico próximo a la capital vasca.
Ese modus operandi se ha repetido en diversas ocasiones. En total, como reveló este periódico, Sánchez utilizó los medios de transporte del Gobierno -el avión Falcon y el helicóptero SuperPuma- en 61 trayectos para acudir a los congresos regionales del PSOE. Se trataría de unas 15 horas de vuelo de Falcon y más de 11 de SuperPuma. En total, 26 horas de vuelo, con el despilfarro económico y la contaminación que ello implica. Para tratar de justificar esos desplazamientos, Sánchez se inventó visitas empresariales en la agenda de Moncloa, como ocurrió en Málaga, Alicante, Canarias, Bilbao, Murcia, Santiago de Compostela o Barcelona, entre otros.
En el caso de La Palma, Sánchez montó una visita institucional por la erupción del volcán de Cumbre Vieja para justificar el viaje en Falcon para el congreso regional del PSOE de Canarias.
En su exposición de motivos, Vox se hace eco de la información publicada en OKDIARIO, según la cual, Sánchez contaminó como 550 coches diésel en su polémico viaje en Falcon para asistir a un concierto de The Killers en Castellón junto a su mujer, Begoña. Aquel viaje provocó un enorme rechazo por el abuso de los medios oficiales por parte del presidente socialista para actos privados.
Sánchez se ha negado a informar sobre sus desplazamientos catalogando esos viajes como «materia especialmente sensible», según lo establecido en la Ley de Secretos Oficiales.
Pero también aplica esa misma ley a otros asuntos, que poco o nada tienen que ver con la salvaguarda de la seguridad del presidente, como es el caso de la contaminación.
Así, en respuesta a Vox, el Gobierno recurre a la misma norma, de 1968, alegando que «tanto los informes sobre movimientos de aeronaves militares como los planes de protección de autoridades y pasajeros sometidas a la misma, y, en concreto, los informes y datos estadísticos sobre movimientos de fuerzas, buques o aeronaves militares, deben tratarse como materia clasificada con el máximo grado de protección».
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